El precio del pollo al consumidor pasaría de los 3,25 euros por kilo actuales a 9,75 euros si se aplicaran las normas sobre bienestar animal que Bruselas tiene previsto plantear en el futuro, según los cálculos de la COAG.

Esta es solo una de las consecuencias que tendrían algunas de las medidas que plantearía la Comisión Europea en su futura propuesta sobre bienestar del ganado, en particular la prohibición del uso de jaulas en la cría de aves, conejos y cerdos y la reducción de la densidad de aves en las granjas.

Aparte de elevar el precio al consumidor, la organización estima que el impacto sería devastador para los ganaderos. Calcula que la adaptación a esas normas para granjas de tamaño medio supondría un coste adicional cercano al millón de euros en avicultura de carne, por encima de los 500.000 euros en porcino y abocaría prácticamente al cierre al 95% de las explotaciones de conejos.

Por eso ha iniciado una ronda de contactos con las autoridades comunitarias y españolas para presentar un informe socio-económico del impacto que tendría la revisión de las normas en el ámbito del bienestar del ganado.

La organización subraya su compromiso con la mejora de las medidas de protección de los animales siempre y cuando se trate de normas basadas en evidencias científicas que tengan en cuenta el impacto socioeconómico para los ganaderos.