El sector lácteo bajo amenazas

La industria ofrece contratos con precios a la baja por las importaciones lácteas baratas y la estabilidad en el consumo

Industriales y una parte muy importante del sector del vacuno de leche, han iniciado individualmente o a través de sus organizaciones, los contactos y el cruce de posiciones para la fijación de los precios de la leche en el campo para los próximos y que se firmarán entre abril y mayo. Las ofertas han arrancado con reducciones de precios de entre dos y cuatro céntimos sobre unas cotizaciones medias actuales en origen entre los 0,51 y los 0,52 euros frente a los 0,60 euros que se registraban hace un año por las mismas fechas. Para los ganaderos se trata de precios insuficientes de cara a la sostenibilidad y el relevo generacional de las explotaciones.

Aunque a su favor s han jugado los ajustes en las cotizaciones de los cereales, en su contra se hallan las subidas de otros costes importantes desde la paja a los forrajes a la energía.

Los precios pagados actualmente a los ganaderos españoles son, sin embargo, ligeramente superiores a los percibidos como media por los ganaderos en toda la Unión Europea situados en poco más de 0,46 euros kilo con unos costes de materias primas similares, pero con unas estructuras productivas más eficientes que les permiten tener una posición más competitiva la hora de abordar el mercado de productos como los quesos que llegan a los línea españoles desde Alemania Holanda o Dinamarca.

losstas negociaciones vienen marcadas, de entrada, por las diferencias tradicionales de poder entre el ganadero y la industria a pesar de la existencia de la llamada Ley de la Cadena por la que se obliga al comprador a pagar un precio que al menos cubra los costes de producción. Igualmente, las mismas están afectadas por el estancamiento de la demanda que ha dado lugar a excedentes en manos de las industrias. A todo ello se suma la entrada masiva productos excedentarios de otros países comunitarios, tanto en forma de leche como de otros derivados lácteos y el peso de la marca más barata de la distribución que venden las grandes empresas del sector a cuya cabeza se hallan las firmas francesas Carrefour y Alcampo junto a Mercadona en un momento de crisis económica que afecta a la demanda.

En este contexto, en las negociaciones de los precios de la leche para los próximos meses, las industrias han arrancado con ofertas situando los mismos con unas reducciones de entre dos y cuatro céntimos sobre unos precios medios actuales en origen entre los 0,51 y los 0,52 euros frente a los 0,60 euros que se registraban hace un año por las mismas fechas. A pesar de esta reducción de los precios, a favor de los ganaderos han jugado los ajustes en las cotizaciones de los cereales, si bien, en su contra se hallan las subidas de otros costes importantes desde la paja a los forrajes. En todo caso, unas cifras que se consideran insuficientes por parte de los ganaderos de cara a la sostenibilidad y el relevo generacional de las explotaciones.

Los precios pagados actualmente a los ganaderos españoles son, sin embargo, ligeramente superiores a los percibidos como media por los ganaderos en toda la Unión Europea situados en poco más de 0,46 euros kilo con unos costes de materias primas similares, pero con unas estructuras productivas más eficientes que les permiten tener una posición más competitiva la hora de abordar el mercado de productos como los quesos que llegan a los línea españoles desde Alemania Holanda o Dinamarca.

Según los datos manejados por la patronal de las industrias, los ejes de los problemas actuales en el sector de la leche se concretarían en tres escenarios complementarios.

Por un lado, se ha registrado una caída de la demanda en general y muy especialmente en los hogares donde el consumo, lejos de crecer, cayó un 0,16% hasta los 4,233 millones de toneladas. Frente a esa cifra, las ventas de yogures y postres se redujeron además en un 3,1% y del 2,5% en los batidos. En la parte positiva, el consumo de leche líquida creció un 1,8% y el de quesos lo hacía el 1,1% hasta las 800.000 toneladas, con una producción de 550.000 toneladas, unas importaciones de 362.000 toneladas y unas exportaciones de 117.000 toneladas. Sin embargo, mientras las importaciones crecían entre un 5% y un 10% según tipos de producto, la venta de los quesos de producción nacional caía entre el 1,3% y más del 3%, descenso de ventas, menos compras de leche, más producto almacenado que, a la postre se refleja en los precios de los mercados en origen.

En segundo lugar se halla el incremento de las importaciones de productos lácteos, desde la leche fresca, sólo unas 100.000 toneladas, hasta las 169.000 toneladas de yogures, 45.000 toneladas de nata, 75.000 toneladas de leche en polvo, pero sobre todo las 362.000 toneladas de queso que, en equivalente en leche, a razón de siete litros por kilo ya suponen más de 2,56 millones de toneladas y que superarían los cuatro millones de toneladas si se realizara la misma operación con sus equivalencias en los demás productos lácteos, las cifras más altas de la última década.

Finalmente y en tercer lugar, el sector la leche sufre en los últimos años la estrategia de la gran distribución empeñada en posicionarse en los mercados de cara al consumidor final con las marcas blancas o de la distribución, más baratas que las marcas de fabricante cuyo diferencial de precios se reabsorbe en la parte inicial de la cadena y que tienen una cuota de mercado del 58% en leche y del 70% en yogures y quesos. Si la gran distribución opta por la leche barata de reclamo, los efectos directo van, en primer lugar a la industria, peo el coste final lo pagan los ganaderos.

Este conjunto de circunstancias tienen una clara repercusión en la actividad en el sector del vacuno de leche en el campo

En 2023, el número de ganaderos bajó por primera vez de los 10.000 siguiendo una caída permanente frente a los 10.531d un año antes. Lo más grave para el sector ya no es solo ese ajuste de ganaderos, sino la falta de relevo generacional, reducción de explotaciones que se compensa con una mayor capacidad productiva de las nuevas granjas Ello no impide que haya un mayor abandono del territorio. Un 12% de los ganaderos tiene más de 65 años, el 37% entre los 55 y los 64 años, un 29% entre los 45 y los 54 años, mientras un 16% se halla entre los 35 y los 44 años, solo un5% entre los 25 y los 34 y el 1% con menos de 25 años.

El cambio en la estructura de las explotaciones hace que al aumentar la capacidad productiva de las mismas, las entregas de leche en origen prácticamente se hayan estabilizado en el entorno de los 7,3 millones de toneladas. En todo caso, se trata de una cifra muy por debajo de la demanda interior total cercana a los 10 millones de toneladas, lo que supone una dependencia permanente de las importaciones, fundamentalmente desde los principales países productores de la Unión Europea para los que España es una salida importante para sus excedentes en leche, pero especialmente en productos derivados y muy concretamente en quesos frescos, de pasta o yogures y batidos.