Aunque el precio en origen de la leche de vaca no deja de bajar, la Federación Nacional de Industrias Lácteas asegura que es la más cara de toda la Unión Europea (excepto en Malta y Chipre) y que el sector lácteo español está perdiendo competitividad. 

Ello ha propiciado la entrada masiva de productos lácteos elaborados del exterior, sobre todo de quesos, que desplazan a los nacionales en la cesta de la compra. A la vista de ello, la Federación ha solicitado a las administraciones que fomenten el crecimiento del sector lácteo con medidas que favorezcan, al mismo tiempo, su rentabilidad y competitividad.

La organización Unión de Uniones ha calificado de “demenciales” las declaraciones de la industria, a la que acusa de ser la responsable del cierre de más del 30% de las explotaciones de leche de vaca, cabra y oveja desde 2015. Considera indignante criminalizar al sector productor por percibir unos precios que durante unos meses cubrieron los costes de producción pero que llevan medio año a la baja. Lamenta que la industria apunte como único factor de esa pérdida de competitividad al precio pagado al ganadero, cuando los precios de los productos lácteos elaborados también han subido por los que aplican la industria y la distribución.

La Unión de Pequeños Agricultores también ha manifestado su indignación por las afirmaciones de las industrias lácteas, que califica de falsas e irresponsables. Ha subrayado que los ganaderos españoles llevan más de 15 años cobrando por debajo de la media europea y mundial y en ocasiones han sido los que han percibido los precios más bajos, lo que ha llevado al cierre de miles de granjas. La organización está estudiando si un llamamiento a una bajada artificial de los precios, como la que están haciendo los industriales, podría considerarse una práctica anticompetitiva denunciable ante las autoridades de competencia.