El gobierno francés que, tradicionalmente se ha caracterizado por una fuerte defensa de los consumidores frente a la industria alimentaria y a la distribución, vigilará muy de cerca y regulará de forma muy estricta las políticas de la industria con la llamada reduflación, así como con la denominada cheepflación para evitar fraudes o engaños. La reduflación consiste en ofrecer a los consumidores un producto envasado con apariencia de tener un determinado peso o litros, cuando en realidad los mismos son inferiores y que, aunque figuren en la leyenda de la etiqueta, los mismos no son leídos al no figurar en letras muy visibles. Es España, una industria alimentaria comercializó una botella de zumos de 750cc con un diseño alargado que en los lineales tenía la misma altura que los envases de litro que era un engaño para el consumidor que generalmente no lee la etiqueta

La cheepflacion , inflación barata, consiste a su vez en ofrecer un producto alimentario envasado con un precio más bajo que el envase de toda la vida porque en su contenido han utilizado, por ejemplo carnes más baratas que el consumidor adquiere sin leer el etiquetado.