La Comisión Europea podría abandonar la presentación de su propuesta de revisión de la normativa sobre bienestar animal, como parece confirmar el hecho de que el asunto no se mencionara en el discurso sobre el Estado de la Unión que la presidenta Ursula von der Leyen pronunció el pasado 13 de septiembre ante el Parlamento Europeo y porque tampoco figura en su carta de intenciones para 2024.

La propuesta, que se esperaba para finales de este año, incluiría la prohibición de las jaulas y la destrucción de pollitos, así como la implantación de un etiquetado europeo sobre el bienestar animal y medidas para limitar la duración de los trayectos en el transporte de los animales destinados a sacrificio.

Sin embargo, el temor a que esos cambios generen un incremento del coste de los alimentos, que ya ha subido mucho con la invasión de Ucrania por parte de Rusia, habría llevado a Bruselas a reconsiderar su proyecto. Los costes para los ganaderos podrían aumentar una media del 15%, con una posible subida de los precios al consumo y un incremento de las importaciones, según ese proyecto de estudio de impacto.

De momento, sin embargo, la Comisión Europea no ha comunicado oficialmente ninguna decisión al respecto y, en principio, los trabajos siguen en marcha. Habrá que ver también si la Comisión incluye esta propuesta, o no, en su programa de trabajo para 2024, que se presentará previsiblemente a mediados de octubre.