El Consejo Internacional de Cereales (CIC) ha revisado a la baja en 24 millones de toneladas su previsión inicial de cosecha de cereales para la próxima campaña 2022/23. En su informe del mes de mayo la sitúa en 2.251 millones de toneladas, 40 millones por debajo del récord alcanzado en 2021/22, debido a unas producciones más cortas de trigo, maíz y sorgo. A pesar de ello, si se mantuviera esta cifra, sería la segunda cosecha más importante jamás obtenida.

El organismo ha recortado también la previsión de consumo que lanzó el mes pasado. Apunta ahora a una demanda de 2.279 millones de toneladas, un 0,3% inferior a la estimada para la presente campaña. Esa caída se debería exclusivamente a la disminución de la demanda para alimentación animal (-0,8%, hasta los 1.025 millones de toneladas), ya que aumentará ligeramente el consumo humano (+0,4%; 754 millones de toneladas) y los usos industriales (+0,2%; 369 millones). Globalmente se trata de una demanda superior a la producción, por lo que el stock final de campaña caería muy por debajo de los 600 millones de toneladas. Los intercambios también disminuirán respecto a la actual campaña por el maíz y la cebada.

En lo que respecta a la soja, el CIC ha revisado al alza su previsión inicial de producción mundial 2022/23, que ya era récord, y la sitúa ahora en 387 millones de toneladas, lo que supone una recuperación importante tras la caída de la presente campaña por la disminución de las cosechas en América del Sur. También espera un aumento del consumo (tanto para alimentación animal como humana y para uso industrial), aunque se mantendrá por debajo de la producción, por lo que aumentará el stock final de campaña. Para el arroz espera asimismo una producción récord en 2022/23 (519 millones de toneladas) y un consumo también histórico (518 millones), debido principalmente al aumento de la demanda para alimentación humana.