Guerra en el cava por la calidad

Freixenet plantea desde aumentar los kilos por hectárea a rebajar el proceso de crianza

El Cosejo Regulador del Cava ha vuelto ser escenario de las profundas divisiones existentes entre los intereses de las bodegas miembros y donde los grandes grupos se hallan enfrentados a las pequeñas y medianas que en su día constituyeron la organización Corpinnat con una clara apuesta por la calidad dejando de pertenecer al Consejo. Los pactos a los que se obligaron las partes para seguir apostando por la calidad,  volvieron a llevar la paz al Consejo, ahora rota por el grupo Freixenet, actualmente en manos de la multinacional alemana Oetker. Cabe recordar que el otro gran grupo español en el cava, Codorniu está en manos del fondo de inversión Carlyle.

Desde Freixenet se propone la incorporación de nuevas varietales para la elaboración de los cavas, la elevación de los rendimientos por hectárea de 12.000 a 15.000 kilos o bajar el periodo de fermentación de ocho a seis meses. En la misma línea se plantea que las promociones se hagan también para los cavas de categorías inferiores, así como la posibilidad de mezclas de tintos y blancos. Las bodegas pequeñas y medianas estiman que ello supondría banalizar el producto.