Una docena de ministros de Agricultura de la UE han pedido de nuevo a la Comisión Europea que revise las normas que regulan la gestión de las poblaciones de grandes carnívoros (lobos y osos principalmente), cuyo número ha aumentado considerablemente en los últimos años.

Lo hicieron durante la última reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, ene l que Rumanía presentó una iniciativa (con el apoyo sobre todo de Francia, Italia, Finlandia y Austria) para que se modifique la clasificación del lobo en la directiva Hábitats y pase del anexo IV (protección estricta) al anexo V (protección simple).

Rumanía precisa en una nota presentada durante la reunión que “las fronteras nacionales no limitan los desplazamientos de los grandes carnívoros, por lo que es necesario revisar el ‘estatuto de conservación favorable’ de las especies salvajes por medio de un sistema de vigilancia europeo armonizado y sistemático y recopilar datos precisos y actualizados sobre las poblaciones de carnívoros”. El comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, aseguró que ese trabajo está en marcha: “estamos realizando una evaluación de la situación del lobo en Europa (teniendo en cuenta todos los dictámenes científicos), cuyos resultados se presentarán antes de finales de año”. Mientras llega, recordó que en el marco de la directiva Hábitats “ya existen posibilidades de derogaciones”.

Solo Alemania se pronunció claramente en contra del cambio de estatuto jurídico del lobo por considerar que unas medidas de coexistencia y unas ayudas suficientes para los ganaderos deberían permitir limitar los impactos negativos provocados por los grandes carnívoros. España (donde se encuentra la segunda población más importante de lobos de la UE) también consideró que hay que ser prudentes y evitar al máximo llegar a sacrificar lobos.

Varios países (Francia, España, Polonia, Hungría, Croacia) reclamaron fondos adicionales, fuera del presupuesto de la PAC, para compensar la pérdida de ganado.