El fondo de inversión CVC, accionista mayoritario de la empresa aceitera Deoleo (marcas Carbonell, Bertolli, Carapelli…) busca su salida de la empresa donde desembarcó hace casi una década con la venta de su actual participación del 57%, tanto a otros posibles fondos, como a empresas del sector. Aunque extra oficialmente se ha venido barajando en diferentes medios sobre el interés para la entrada en la misma de las principales empresas del sector olivarero como Borges, Dcoop, Migasa o Acesur, la realidad es que ninguna de ellas ha hecho alguna oferta, en unos casos por falta de interés y, en otros, con interés, pero por el coste de la misma que la empresa la valora en unos 450 millones de euros.

El proceso de reestructuración de la deuda acometido en 2019 supuso la rebaja de la misma de 557 a algo más de 100 millones de euros vía el acuerdo de las entidades financieras de convertir sus casi 300 millones de créditos en acciones de la sociedad, lo que dio estabilidad al grupo y una mejora de resultados permanente a pesar de la complejidad del mercado hasta lograr en los últimos años un Ebitda de 191 millones, 43 en 2022. Los acuerdos contemplaban además la obligación de la venta antes de 2025.En este contexto se halla la actual ofensiva de los accionistas mayoritarios del grupo de buscar un comprador, no solo por ese mandato, sino, sobre todo, por la situación actual del sector olivarero afectado por la caída de las cosechas al 50% por la sequía, el aumento de los precios y la caída de la demanda, lo que se podría traducir en menores posibilidades para vender la empresa a buen precio en los próximos dos años cuando finalizaba el mandato de venta.

En consecuencia, los datos sobre el sector olivarero han acelerado la estrategia de vender de los accionistas mayoritarios, pero los posibles compradores, aún con interés, no se ven con las posibilidades para pagar lo que se pide. Hoy parece inviable la formación de un grupo donde se una varias empresas para la compra.