La Asociación del Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (ACCOE) estima que la producción de cereales de otoño-invierno podría situarse este año en nuestro país en poco más de 8 millones de toneladas.

Esa cifra supondría una caída del 45% respecto a la obtenida en 2022, que ya fue corta, y sería la peor cosecha de las tres últimas décadas.

Los comerciantes destacan la fuerte caída de los rendimientos y estiman que las lluvias de finales de mayo, aunque desiguales en localización y cantidad, han venido a paliar en parte el impacto de la sequía en las áreas más tardías.

Por tipos de grano esperan unos 5 millones de toneladas de trigo blando, algo más de 7 millones de toneladas de cebada y cerca de 600.000 toneladas de trigo duro.

Esta previsión de los comerciantes es más optimista que la lanzada la semana pasada por ASAJA (que apunta a solo 5 millones de toneladas de cereal de otoño-invierno) y por Cooperativas Agro-alimentarias (que estima un volumen de poco más de 7 millones de toneladas).