La industria baja los precios de la leche más del 8%

Los ganaderos optan por contratos a corto a la espera de subidas en otoño


Industrias y ganaderos están procediendo a la renovación de los contratos de la leche  con las notas dominantes de  prórrogas  o renovación a corto,  a la espera de subidas en otoño y con  reducciones medias del 8% en los precios consecuencia del incremento tradicional de la producción de leche en los meses de primavera junto a unas importaciones más baratas desde otros países comunitarios y un retroceso en la demanda,. Frente a unos precios medios en origen de 0,60 euros litros, lejos de subir por los mayores costes, las ofertas y firmas de contratos se sitúan entre los 0,52 y 0,54 euros. Según las cuentas de los ganaderos, esas cifras no cubren sus costes al alza fundamentalmente por los precios de la energía, los forrajes o la paja que sitúan los mismos en un mínimo de 0,58 euros, cifra que se debería abonar siguiendo las directrices de la Ley de la Cadena Alimentaria.

Las  industria se  alegan que el coste es muy diferente en cada explotación con quien se negocia el precio y que no hay al día de hoy oficialmente un coste medio. Desde el sector se considera motor de estas rebajas a la firma multinacional francesa Lactalis con una cuota de compras de casi el 20% y marcas como Puleva, Ram, Lauki, President y quesos El Ventero o Flor de Esgueva.

Los ganaderos, con la mirada puesta en otoño, optan por contratos a corto para periodos de tres meses a la espera de que cuamdo baje la oferta, se produzca un aumento de las cotizaciones. Para los ganaderos, la principal nota positiva ha sido la bajada hasta la fecha de los precios de los cereales que, sin embargo está llevando a los números rojos a los agricultores consecuencia del fuerte incremento de los precios de los abonos y de unas cosechas arrasadas de paja y grano por la sequía en la mitad sur de la península y diezmadas en la mitad norte donde las lluvias han llegado con retraso.

Frente a esta situación, las importaciones de leche a granel procedentes de otros países comunitarios, aunque se han reducido en los últimos años de más de 500.00 a solo unas 100.000 toneladas, siguen teniendo un impacto negativo sobre el sector al ofrecerse las cisternas a unos precios de entre 0,42 y 0,45 euros litro.

Consecuencia especialmente de los costes de producción y la baja rentabilidad, durante el último año las explotaciones dedicadas a la producción de leche ha seguido su línea de ajuste a razón del cierre de unas 700 granjas en cada ejercicio, lo que sitúa actualmente las mismas en unas 10.400, con un ligero aumento en el tamaño medio. Crecen más las más grandes y, en muchos casos en zonas no ligadas tradicionalmente a la producción de leche, sino a núcleos o territorios de más consumo como el Levante, y desaparecen las más pequeñas en las zonas tradicionalmente ganaderas, lo que afecta al abandono del territorio. Se trata de descenso que se debe, en parte a los procesos de jubilación de los ganaderos, pero también a la escasa incorporación de jóvenes a la actividad como titulares de la explotación por su baja rentabilidad y sus elevados niveles de dependencia.

En la actual coyuntura se ha registrado igualmente una reducción del número de cabezas desde más del millón hace unos años, al censo actual de unas 880.000, aunque una parte muy importante del censo actual son animales con unos rendimientos más elevados por mejoras genéticas.

En 2022, frente a unas producciones medias de 7,5 millones de toneladas, las entregas bajaron algo más de 2% hasta los 7,3 millones de toneladas, con unas cifras mensuales entre 530.000 y 550.000 toneladas. En la posición de las industrias para la bajada de los precios estaría jugando igualmente la evolución de la demanda que en 2022 bajó un 9% empujada por la subida de los precios hasta superar ampliamente el euro, así como por la competencia de los zumos y, además, por otras bebidas vegetales lanzadas por las propias industrias, por lo que el sector ganadero tiene el enemigo en casa.

En relación con la sequía, las ayudas previstas por el gobierno actual para apoyar al sector se elevan a 355 millones de euros para el conjunto de los sectores ganaderos afectados. En el caso del vacuno de leche, la ayuda se cifra en 61 euros para una vaca de leche en las zonas más afectadas por la sequía, básicamente la mitad sur de la península junto a Aragón y Cataluña, mientras en la Cornisa y Galicia la ayuda se reduce al 25% y al 50% en Madrid, Castilla y León, Navarra o Rioja. Para la vaca nodriza, la ayuda sería de 157 euros por cabeza con un sistema igual de distribución.