A medida que avanza el plazo para que la Unión Europea de luz verde a las nuevas norma sobre bienestar animal a finales de este año, aumenta la preocupación entre los ganaderos, básicamente en porcino y en la avicultura de puesta ante la eliminación de las jaulas, tanto por el coste que supondría la modificación de las granjas, entre más de 2.000 y hasta los 3.500 millones, de los que solo los productores de huevos los estiman en más de 1.000 millones. A eso se suma el descenso en las producciones estimado, según los datos manejados por el Copa Cogeca, en un 23% en el caso del porcino y más del 8% en la gallinas ponedoras. Entre otros impactos, se considera habrá un fuerte incremento de las importaciones que podría llegar a superar el 100%, así como un descenso de las exportaciones.

 En función del periodo que se fije para la aplicación de las nuevas disposiciones, habrá una subida de los precios en origen y al consumo y posiblemente una deslocalización de las producciones también en base a las normas sobre bienestar animal de cada país con perjuicio añadido para los productores comunitarios donde las disposiciones son más exigentes.