La producción de cereales podría situarse en 9,10 millones de toneladas este año (campaña de comercialización 2023/24), lo que supondría una caída de casi el 50% respecto a la ya corta cosecha obtenida el año pasado, según las primeras previsiones de Cooperativas Agro-alimentarias de España. Se trata de la cosecha más corta desde 1990.

De ese total, 2,87 millones de toneladas serían de trigo blando y 3,6 millones de cebada. Para el resto de cereales la previsión es la siguiente: trigo duro, 318.305 toneladas; maíz, 2,308 millones; avena, 123.204 toneladas; centeno, 32.135 toneladas; y triticale, 108.509 toneladas.

Al descenso en la producción ha contribuido la disminución de la superficie sembrada -que se habría situado en 5,5 millones de hectáreas, un 5,7% menos que el año pasado- pero han sido, sobre todo, los rendimientos los que han bajado como consecuencia de la sequía. La media estaría este año en 1,66 toneladas por hectárea, frente a una media en 2022 de 3,03 toneladas, lo que supone un descenso del 45,42%. 

Las cooperativas han lanzado también una previsión de consumo de cara a la campaña 2023/24. Apuntan a una demanda total de 34,9 millones de toneladas, lo que supondría un déficit respecto a la producción de 25,8 millones de toneladas. Una vez considerado el stock con el que pueda cerrarse la actual campaña 2022/23, el resto habría que cubrirlo con importaciones. El último balance del Ministerio de Agricultura sobre la campaña 2022/23 recogía una previsión de existencias finales de 3,33 millones de toneladas.