La producción mundial de aceite de oliva para la próxima campaña, según los datos manejados por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, ascenderá a 3,2 millones de toneladas, lo que supone un incremento del 24% sobre la cosecha pasada, una de las más bajas recientes e igual a la media de los últimos cinco años situada en 3,14 millones de toneladas. No obstante estos pronósticos, desde el mismo departamento se indica que la recuperación se lograría si existe la lluvia suficiente en primavera y en otoño y si hay unas buenas condiciones para la floración en las próximas semanas. En consecuencia unos pronósticos llenos de interrogantes. Donde sí tendrían razón los pronósticos norteamericanos es en la posibilidad de un aumento de la producción por la progresiva entrada en producción de millones de hectáreas plantadas en todo el mundo y por las técnicas de laboreo más eficientes que están ganando peso en el sector