La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) ha presentado dos nuevos dictámenes relativos, por un lado, al bienestar de las vacas lecheras y, por otro, a la protección de patos, ocas y codornices.

Estas recomendaciones -junto con las ya presentadas sobre otras especies- serán analizadas por la Comisión Europea, que prepara para el otoño una amplia revisión de la normativa comunitaria sobre el bienestar del ganado.

En lo que respecta a las vacas lecheras, el organismo recomienda evitar al máximo el alojamiento permanente en estabulación fija; si ello fuera necesario de forma temporal, los animales deberían tener un acceso regular a una zona de descanso o a una zona de pastos.

Cada vaca debería poder acceder a un espacio interior total de al menos 9 m2, a una cama adecuada, así como a pastos, con zonas drenadas y a la sombra. Cuando se utilice suelo de hormigón desnudo deberá incorporarse una base de paja de al menos 30 centímetros de espesor.

Además, en los sistemas de estabulación libres deben instalarse cepillos para que las vacas puedan tener un comportamiento natural, como restregarse o asearse el cuerpo.

En cuanto a los patos, ocas y codornices, la autoridad de seguridad alimentaria considera que debe evitarse la cría en jaulas. Sugiere que las aves dispongan de más espacio y de compartimentos acondicionados (agua libre para las aves acuáticas, instalaciones de nidificación,…) y de una altura suficiente como para que las personas puedan entrar a inspeccionar a los animales; en concreto, propone una altura mínima de 66 cms. en el caso de los patos domésticos, de 96 cms. para los patos almizcleros y para los patos Mulard, de 127 cms. para las ocas y de 150 cms. en el caso de las codornices japonesas, para que puedan saltar y volar.

En el caso concreto de los patos y las ocas, subraya que los sistemas de alimentación que se utilizan actualmente para la producción de foie gras deberían evitarse porque tienen consecuencias importantes sobre el bienestar de los animales.