La organización pone de manifiesto que las exportaciones de vino en 2022 se vieron gravemente afectadas por la elevada inflación y las alteraciones en la cadena de suministro mundial, que provocaron una importante ralentización del transporte marítimo. Esta combinación de acontecimientos se tradujo en un menor volumen global de vino exportado a un precio medio mucho más alto.

Por países, los datos de la OIV muestran que Italia se puso por delante de España en volumen mientras que Francia fue de nuevo el primer exportador mundial en valor. Por categorías, los vinos embotellados (en envases de menos de 2 litros) representaron el 53% del total exportado en volumen (-4% respecto a 2021) y el 68% en valor (+7%), con un precio medio de exportación de 4,5 euros/litro. Los espumosos mejoraron su cuota tanto en volumen como en valor (hasta el 11% y el 23%, respectivamente). Los bag-in-box (envases de entre 2 y 10 litros) bajaron en volumen (hasta el 4% del total) pero subieron en valor (hasta el 2%) y los vinos a granel perdieron cuota en volumen (-7%, hasta el 32% del total) pero la ganaron en valor (+5%, hasta el 7%).