Sequía, el reto pendiente del seguro agrario

Sobre una superficie con esta cobertura de 18 millones de hectáreas, solo se suscriben pólizas para el 20% de las mismas

A pesar de esa mayor frecuencia de los periodos de sequía, la realidad es que el seguro frente a la misma no acaba de despegar como lo han hecho otras coberturas como el pedrisco o la helada.

Según datos elaborados por la organización agraria Upa partir de las cifras de la Entidad Estatal de Seguros Agrarios, en el caso del olivar, frente a una superficie de secano de poco más de dos millones de hectáreas, la superficie asegurada contra la sequía es solamente de 93.000 hectáreas lo que supone un porcentaje de solo el 4,56%. En los frutos secos, sobre una superficie de cultivo de unas 680.000 hectáreas, la superficie asegurada no llega a las 78.000 hectáreas que suponen solo el 11,4%. En viñedos para la producción de vino, sobre una superficie de secano de 643.000 hectáreas, la superficie asegurada frente a la sequía se eleva a poco más de 302.000 hectáreas que suponen el 47%. En los cultivos herbáceos en secano donde el cereal es dominante, sobre una superficie de 6,2 millones de hectáreas, la superficie con una cobertura contra la sequía asciende a 2,89 millones de hectáreas que suponen casi otro 47%. En el caso concreto de los cereales, sobre una superficie de 5,2 millones de hectáreas, la asegurada contra la sequía es de 2,3 millones, equivalentes a poco más del 44%, todo ello con grandes diferencias entre cada uno de los cultivos y territorios. En pastos donde sobre una superficie total de más de ocho millones de hectáreas, el seguro básicamente en la mitad sur de la península sólo suponen un 5% con unas400.000 hectáreas, aunque el mismo se calcula, no por terreno, sino por cabezas de ganado. En ese caso, significa un 7% en base a una cobertura ligada a la alimentación por cabeza y las necesidades de piensos complementarios a falta de pastos en función de unos criterios técnicos que no animan a la contratación de los mismos por parte de los ganaderos.

En conjunto, las superficies de estas producciones se acercan a los 18 millones de hectáreas. Sin embargo, la superficie asegurada en las mismas contra la sequía se sitúa en solo unos 3,7 millones de hectáreas, poco más del 20%, lo que plantea la necesidad de un debate sobre el por qué este retraimiento para suscribir este tipo de coberturas.

Al margen de los problemas concretos en el seguro de sequía, desde el sector agrario se considera urgente dar una vuelta al seguro agrario, desde la reflexión sobre el volumen de los fondos destinados al mismo a pesar de haber experimentado en los últimos años un importante incremento desde Agricultura y a la necesidad de una mayor coordinación entre Comunidades Autónomas para evitar desigualdad de apoyos entre territorios vecinos. Se reconoce la necesidad de un seguro agrario donde haya un equilibrio en los resultados de las empresas aseguradoras, hoy con un índice ajustado entre primas de riesgo y siniestralidad, pero se rechaza que la salida a esa situación sólo sea subir primas, mayores franquicias o más ajustes en los rendimientos frente a los kilos realmente producidos

El pasado año, el seguro agrario se situó en unas cifras históricas, tanto en el volumen de la primas como de capital asegurado y de la siniestralidad consecuencia también en su mayor parte por la sequía, a la que siguieron fenómenos violentos en heladas y pedriscos en los primeros meses del año hasta el verano. Registró una contratación de más de 400.000 pólizas con primas por valor de 834 millones de euros y una producción asegurada por valor de 16.286 millones de euros lo que supone poco más del 30% del valor de la producción final agraria. Frente a estas cifras, la siniestralidad ascendió a 807 millones de euros, que en su mayor parte corresponden a líneas de aseguramiento que cuentan con la mayor protección del reaseguro del Consorcio de Compensación.

El Plan de Seguros Agrarios para 2023 contempla unas subvenciones desde el Ministerio de Agricultura para el pago de primas de 317 millones de euros, lo que supone un incremento del 50% sobre el presupuesto de 2020, cifra a la que se suman las aportaciones a la baja desde las Comunidades Autónomas con menos de 100 millones de euros para el apoyo muy diverso a cada línea según interés de cada gobierno regional. La ayuda d la Administración central supone un incremento de diez puntos porcentuales en la subvención de base que reciben todas las pólizas. La subvención media prevista para los seguros agrarios en este periodo se sitúa en un 40% frente al 32% de 2021, porcentaje que se eleva hasta un 50% para los agricultores profesionales y hasta un 65% si se trata de agricultores jóvenes.