La reunión de la Mesa de la Sequía celebrada el 19 de abril se cerró sin que se adoptaran medidas concretas en apoyo del sector agrario, que ya sufre el impacto de la falta de agua. El Ministerio de Agricultura se limitó a hacer un diagnóstico de la situación y a anunciar que se abordará con Bruselas la flexibilización de ciertas exigencias de la nueva PAC que la falta de agua no permitirá cumplir.

La Mesa reunió a responsables de los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica, de las comunidades autónomas y del sector agrario. El Ministerio de Agricultura señaló al término de la misma, en un comunicado, que “la situación de sequía es grave y generalizada, aunque revela diferencias importantes en el territorio y destaca la afección a las cuencas del Guadalquivir, Guadiana y las interiores de Cataluña. El valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre de 2022) es un 23,5 % inferior al valor normal (…). Las afecciones más importantes se han detectado en la ganadería, en particular la extensiva y la apicultura, así como en los cultivos herbáceos de las zonas más afectadas por el déficit hídrico en las cuencas mencionadas”.

El sector agrario pidió apoyo en forma de beneficios fiscales, de financiación, en materia de seguros agrarios, ayudas directas en algunos casos, adelanto del pago de ayudas y flexibilidad en los requisitos de la PAC, ya que la disminución de las producciones va a dificultar mucho el cumplimiento de algunas de las exigencias de la nueva política agraria que ha entrado en vigor este año. En relación con esto último se anunció que se plantearán a la Comisión Europea todas aquellas medidas de flexibilización o de carácter excepcional en la aplicación de las normas de la PAC para que los agricultores y ganaderos no vean en riesgo su acceso a las ayudas. Asimismo, el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) se reunirá con las comunidades autónomas para adoptar todas las medidas de carácter nacional en este ámbito.