La crisis de costes acelera la "uberización" del campo

Aumentan los agricultores y ganaderos que prefieren trabajar y producir como integrados en grandes grupos a cambio de una compensación económica

Con los desajustes entre costes y precios percibidos en los últimos tiempos, lo que ha supuesto en muchos casos para los agricultores y ganaderos trabajar a pérdidas, según alertan medios del sector, se está registrando una tendencia por la que muchos profesionales optan por seguir en la actividad sin asumir riesgos. Ello supone seguir trabajando en el campo a cambio de una compensación económica por animal o kilo producido, abonada por grandes grupos de producción industrial o de fondos de inversión que ponen semillas, plantas o los animales y donde el agricultor o ganadero aporta las instalaciones, otros medios y su trabajo como falsos autónomos y en realidad como asalariados. Este fenómeno se ha incrementado especialmente en el porcino donde ya un 80% de la producción se halla bajo el sistema de integración, pero se estima está extendiéndose a otras producciones agrícolas y ganaderas.

Del millón de explotaciones agrarias oficialmente registradas, el 94% son titulares físicos con una edad media superior a los 60 años y solo un 6,6% son titulares jurídicos, empresas y en parte cooperativas, pero que suponen el 42% del valor de la producción agraria. Desde el sector se advierte sobre riesgo de que se expanda este modelo de “agricultor asalariado” frente al de la explotación familiar viable en manos de los propios agricultores y ganaderos.