La producción y consumo futuro de carne cultivada divide a los consumidores

Según un estudio de Ainia despierta apoyos por el medio ambiente y bienestar animal, curiosidad y desconfianza por la salud

Con una población mundial prevista para 2025 de casi 9.000 millones de personas, la oferta alimentaria constituye una de las principales preocupaciones de FAO, tanto por la necesidad de aumentar la oferta, como por reducir el volumen de desperdicio. En el caso concreto de las carnes ,se estima necesario aumentar la oferta para esa fecha en un 75%, donde se considera que la carne cultivada se presenta como una alternativa a la producción en granjas con un menor coste de materias primas desde el agua a la alimentación animal.

Ante ese escenario, un trabajo llevado a cabo por la Asociación para la investigación y la innovación alimentaria, AINIA, señala que un 63% de los consumidores probaría ese producto, un 50% lo haría por defensa del bienestar animal y del medio ambiente y un 48% lo comería simplemente por curiosidad .Sin embargo, un 44% no lo comería por desconfianza, un 52% por su precio más caro y otro 45% por falta de información sobre los efectos de la misma sobre la salud.

Hoy no se comercializa carne cultivada nada más que en Singapur y parciamente en Israel. En España hay fundamentalmente una empresa, BioTech Foods, que investiga su desarrollo multiplicando la producción en base al tejido de un animal, frente a un número superior que trabajan en la producción de “carne” vegana lideradas por Heura. La industria de la carne de origen animal llama a la prudencia sobre su consumo en el futuro alegando fundamentalmente razones de salud y falta de datos sobre sus efectos.