Ayuda por 5 millones de euros para el sector apícola

El fraude de la miel afectaría al 46% de las importadas

El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha anunciado la concesión de una ayuda extraordinaria para el sector apícola dotada con 5 millones de euros.

Serán ayudas directas para que los apicultores puedan hacer frente a las especiales dificultades que atraviesan, como son la subida de los costes de producción, la sequía o las importaciones, en muchos casos fraudulentas, procedentes de países terceros.

Planas ha precisado que el Ministerio ultima el Real Decreto para la aprobación de estas ayudas de Estado lo antes posible y apuntó que las comunidades autónomas pueden también habilitar ayudas complementarias para este sector.

El anuncio de Planas se produce tras una oleada de protestas por parte de los apicultores y después de la publicación de un informe de la Unión Europea sobre el alcance del fraude de las mieles importadas.

De acuerdo con el mismo, el 46% de las mieles que entran en el mercado comunitario no estarían respetando las exigencias de la normativa comunitaria sobre calidad de este producto, debido principalmente a su mezcla con jarabes de azúcar.

 En el marco de una acción de control en la que han participado diversas instancias comunitarias se han analizado 320 muestras recibidas de las autoridades nacionales, de las que se sospecha que 147 no cumplen con la normativa comunitaria. Por orígenes, se consideraron sospechosas cerca del 74% de las muestras de miel china, el 93% de las de miel turca y el 100% de las muestras de miel británica.

Además de la mezcla con jarabes de azúcar, otra práctica fraudulenta consiste en realizar análisis en laboratorios para adaptar las mezclas a los controles y no ser detectadas por clientes ni autoridades. También se recurre a aditivos y colorantes y a prácticas para enmascarar el verdadero origen de la miel falsificando la información sobre la trazabilidad.

Las organizaciones agrarias europeas han señalado que ya es hora de que la Unión Europea actúe y ponga en marcha las soluciones que se vienen reclamando desde hace tiempo, como un etiquetado preciso del origen de la miel (detallando los países y la cantidad de miel que viene de cada uno) y la mejora de los métodos para detectar fraudes.

También las organizaciones españolas han insistido en esas medidas. Además, COAG y la Unión de Pequeños Agricultores han hecho un llamamiento a los consumidores para que confíen en las mieles de proximidad de origen español o con denominación de origen, como mejor garantía de autenticidad y calidad del producto.