Los sectores ganaderos y muy especialmente el porcino y la avicultura temen la aplicación en los próximos años de las normas sobre bienestar animal que se contemplan en las orientaciones que se plantean desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA fundamentalmente por lo que supone de, ajuste de superficies por animal en las explotaciones, por la prohibición de todo tipo de jaulas y la apuesta por la extensificación, lo que se traduce en mayores costes y menor producción. En esa línea, el gobierno ya publicó en las últimas fechas una nueva disposición  donde se regulan los mecanismos de control, la exigencia de planes de explotación de los veterinarios y se eleva la superficie por animal en porcino.

Ganaderos de ambos sectores señalan la imposibilidad de seguir produciendo con esa nuevas condiciones por su pérdida de competitividad y auguran una mayor dependencia comunitaria de las producciones exteriores, olvidando que Europa sufre los efectos de la pandemia y la crisis de oferta por la invasión de Ucrania