La patata vieja francesa invade el mercado

Procede de la campaña pasada y en precio compite con la patata temprana nacional

La patata francesa se mantiene como la principal protagonista en este primer semestre del año en el mercado español fundamentalmente por su amplia oferta y sus precios mucho más bajos que la patata nacional temprana y extra temprana de más calidad. Francia opera con una patata conocida como de conservación que ha estado almacenada procedente de la campaña pasada y domina las importaciones con más de 800.000 toneladas sobre un volumen total de importaciones de poco más de un millón de toneladas desplazando a otros proveedores tradicionales como Países Bajos y, en menor medida Israel, Reino Unido o Egipto

España tiene una producción de patata a la baja  en 2022 especialmente por la sequía con menos de dos millones de toneladas de las que unas 70.000 toneladas corresponden a la patata temprana y extra temprana que se produce hasta abril, unas 400.000 toneladas a patata de media estación de mayo a septiembre y 1,5 millones de toneladas de patata tardía para el resto del año

La patata francesa que se comercializa por estas fechas se ofrece etiquetada como patata de conservación, procedente de la campaña anterior, se suele presentar blanca tras un proceso de lavado para su venta como patata nueva que se puede confundir con la patata realmente nueva nacional que tiene mayor precio por su escasa oferta.