El sector de la apicultura, más de 36.000 “ganaderos” con tres millones de colmenas ,atraviesa uno de los peores momento de las últimas décadas ante la confluencia sobre su actividad de tres factores que en otros momentos se habían manifestado por separado: la sequía, unas pasadas olas de calor con falta de flores, la subida de precios de los medios de producción y el aumento de las importaciones baratas, especialmente desde china. Frente a unos costes de producción de unos 3,2 euros kilo, las importaciones se hacen a una media de 2,3 euros y la miel china a menos de dos euros.

En el último año, hasta octubre ,las importaciones se elevaron a 33.000 toneladas frente a una producción de 30.500 toneladas, unas exportaciones de 23.000 toneladas y un consumo de 37.000 toneladas. Los apicultores, por medio de las organizaciones agrarias Asaja, Upa y Coag y Cooperativas Agroalimentarias, reclaman medidas para defender la sostenibilidad de la actividad donde destaca la necesidad de un etiquetado claro con el origen del producto señalando el porcentaje de cada país para que el consumidor esté informado. El sector se queja igualmente de que mucha de esa miel importada en realidad es una miel adulterada elaborada a base de jarabes, siroco de arroz y maíz, procedente de terceros países donde no hay además un control sobre el uso de productos fitosanitarios prohibidos en la UE. El sector reclama igualmente más ayudas directas, su inclusión en los apoyos para el combustible y un seguimiento del destino en la industria de la miel china importada.