El sector de la leche ha vivido en los últimos tiempos, en lo que afecta a las cotizaciones,  dos situaciones extremas desde los precios ruinosos que dieron lugar a una reducción de los censos antes de que los mayores costes y las baja cotizaciones obligaran al cierre de más explotaciones, a los precios record actuales que, a pesar de seguir subiendo los costes, ya suponen un beneficio para los ganaderos.

En este escenario positivo, como suele suceder ante un aumento del consumo estimado en un 4% que se cubre con las importaciones, para los próximos meses las previsiones en el sector son de más producción fundamentalmente por dos factores: uno, por cuestiones de climatología como la llegada de la primavera; dos por el incremento del número de novillas que entrarán por estas fechas en producción con el consiguiente impacto en la oferta de más leche y con ello riesgo de otra bajada de los precios de compra si no se han negociado unas condiciones de mayor estabilidad. En consecuencia, el riesgo de la “ montaña rusa” vuelve flotar sobre el sector.