La fuerte subida de los precios del aceite de oliva por una producción a la baja y las previsiones igualmente negativas hasta la fecha para la próxima y, en el caso del girasol por la invasión de Ucrania, han supuesto en los últimos meses una bajada continuada del consumo de aceite. En el caso del oliva, en el mes de enero las ventas cayeron un 17% de 24.300 a poco más de 20.000 toneladas según los datos de la patronal de los envasadores y en el girasol un 9,6% desde las 20.200 a 18.300 toneladas

En el aceite de oliva, en lo que va de campaña, de octubre a enero las ventas cayeron un 7,37% desde las 101.300 a 93.800 toneladas y en cómputo interanual el 1,8% desde 306.500 a 301.200 toneladas.