El campo disparó los precios en la cadena alimentaria

El incremento de las cotizaciones respondió fundamentalmente a una reducción de producción por la climatología y a un ajuste de cabañas por falta de rentabilidad con una caída de la renta del 5,5% por el aumento de los costess

El Observatorio de la Cadena en el seno del Ministerio de Agricultura, en un escenario de malestar por el fuerte incremento de los precios de los alimentos hasta diciembre de más de un 15% procedió a un análisis de la situación que enfrenta al gobierno y a la oposición y que divide al propio gobierno

Desde la perspectiva del sector agrario, una de las notas a destacar en este momento, por lo inusual, es que el campo, en el marco de la Cadena Alimentaria, haya sido el principal protagonista de esa subida con un incremento de los productos en 2022 en una media de 39%.

 Esta evolución fuertemente alcista de los precios en origen, no habría sido consecuencia de un pacto organizado del sector para elevar las cotizaciones, algo que ha ocurrido en muy contadas ocasiones en el pasado muy lejano en la avicultura de carne, sino el efecto de una respuesta individual de agricultores y ganaderos para sortear el trabajo a pérdidas por el fuerte incremento de los costes de producción a pesar de la existencia de una Ley de la Cadena que obliga a pagar por los productos en origen al menos los precios de coste, pero que en muchos casos no se cumple. Ello se tradujo en un ajuste de su actividad, especialmente en ganadería, reducción de cabañas, circunstancia a la que se ha sumado el impacto negativo de la sequía en los rendimientos de algunos cultivos importantes como el aceite los cereales y algunos productos hortofrutícolas.

Los resultados macro económicos provisionales de la actividad agraria en 2022 ponen de manifiesto globalmente, aunque cada producción es diferente, que esa fuerte subida de los precios de venta en origen no ha supuesto una mejora en la rentabilidad de la actividad agraria en su conjunto. El valor de las producciones agrarias aumentó hasta los 63.000 millones de euros, más de 36.000 por las producciones agrícolas a pesar de la sequía con un incremento del 4% y más de 25.000 millones en las ganaderas con un incremento del 24%.Frente a estas cifras se halla la parte negativa, con un aumento del 30% en los gastos en medios de producción hasta superar los 35.000 millones, especialmente por piensos en más del 40%, la energía un 200% y los fertilizantes hasta un 300%, lo que supuso una caída de la renta en un 5,5% hasta los 27.860 millones de euros.

Hoy según los datos manejados por diferentes analistas ya se habría tocado el techo de las subidas de los precios de los medios de producción con ajustes a la baja especialmente en gas y energía y se avanza hacia la estabilidad en otros medios de producción como los abonos y de otras materias primas, lo que reduciría los costes.

En materia de producciones hubo cultivos importantes afectados por razones climatológicas, falta de agua y sequía que provocaron una reducción de cosecha en la pasada campaña y sobre los que sobrevuelan interrogantes para la próxima. En este sentido destaca el olivar y el aceite de oliva cuyos precios registraron un incremento medio superior al 60% pasando de una media de 3,4 euros kilo a 5,5 euros kilo. También consecuencia de la sequía y por la evolución de los mercados exteriores, se fueron arriba los precio del arroz y muy especialmente los cereales en su conjunto pasando de medias hace un año de 0,16 euros kilo a superar los 0,30 euros. La falta de lluvia en los secanos es hoy también un dato negativo de cara a la próxima. Subieron, por los incrementos de costes, los huevos hasta un 100% y en el caso de la leche, más del 70% pasando de 0,34 a superar los 0,60 euros litro en diciembre con una media de 0,59 euros consecuencia de una reducción de la cabaña ganadera de unos 70.000 animales por los precios de ruina soportados en los años precedentes. Hoy de cara a la primavera, donde hay siempre un mayor rendimiento de los animales y por la entrada en producción de las miles de novillas adquiridas por los ganaderos a precio de oro para reponer los miles de vacas sacrificadas por falta de rentabilidad, se espera que los precios se estabilicen.

En el caso de las carnes, las subidas de los precios han respondido básicamente a un ajuste de los censos más significativo como el porcino o el vacuno por el incremento de los costes y los interrogantes sobre la posibilidad de repercutir los mismos en el precio final a pesar de la Ley de la Cadena

En los productos frescos más significativos que han afectado a la cesta de la compra se halla la patata con incremento de los precios del 95%, cebolla, pepinos, pimientos o tomates por la decisión de muchos agricultores de reducir superficies de cultivo debido a los costes o por la caída de rendimientos por los efectos negativos de la climatología, sequías y frío. En este segmento de la producción se hallan los invernaderos, unas 40.000 hectáreas con oferta especialmente en estos meses del año fuera de la temporada frente a los cultivos al aire libre, donde se ha registrado un descenso importante de la producción por el frío y la falta de sol de entre un 30% y un 40%. Consecuencia de todo ello ya se han registrado importantes subidas de los precios en origen hasta superar los dos euros kilo en pepino, pimiento o calabacín, subidas aupadas además por los problemas de los invernaderos en los países del norte de la Unión Europea con dificultades para mantener sus producciones por los elevados precios del gas y donde muchos han cerrado por falta de rentabilidad.

En este contexto de fuertes subidas de los precios en el campo derivados de los precios de coste cuyo importe debe pagar el comprador de acuerdo con la Ley de la Cadena Alimentaria, según los datos manejados por diferentes analistas financieros, la industria ha ralentizado las subidas con un incremento de sus precios de venta sobre el año anterior en una media ligeramente por encima del 20%, a pesar de haber sufrido igualmente la subida de los coste y muy especialmente del gas y la energía, además de otros medios de producción como por las cargas al uso de los plásticos.

Igualmente, con una crisis de la demanda a sus espaldas, pero también por las guerras por la cuota de mercado, se habrían ralentizado los márgenes en la gran distribución. Según los datos elaborados por el grupo Retail Data sobre los 35 grupos más grandes de la distribución en España, los mismos habrían obtenido un resultado de 1.898 millones de euros, un 2,67% sobre su volumen de ventas y donde solo una docena superan un margen de beneficio del 3%.