Los productores franceses de patata han proseguido en los últimos tiempos su ofensiva en el mercado español fundamentalmente en los primeros meses del año, lo que supone un choque importante para las producciones de patata nueva extra temprana y temprana. Frente a una media de exportación de unas 650.000 toneladas en los años precedentes, se ha pasado a cifras superiores a las 900.000 y al millón de toneladas en 2022 mientras la producción nacional bajaba a solo unos dos millones de toneladas. La producción de patata extra temprana no llega a las 80.000 toneladas, con un coste muy superior y hay otras 400.000 de patata temprana. La patata francesa que llega en estas fechas tiene el riesgo de confundir al consumido en cuanto se presenta lavada como recién recolectada,  cuando en realidad es patata vieja de conservación.