El Centro Tecnológico de la Industria Alimentaria, AINIA y el Instituto Tecnológico de Informática han suscrito un convenio de colaboración para avanzar en una herramienta que permita desarrollar una oferta alimentaria personalizada en función de las circunstancias de cada consumidor.

El objetivo de este proyecto es mejorar los indicadores de salud de la población y a la vez mejorar también la competitividad empresarial en este campo. Desde ambas plataformas se estima que este mercado tendrá un importante crecimiento en los próximos años en base a las nuevas tecnologías de diagnóstico que permitan una secuenciaciòn del ADN, análisis del microbioma y de los marcadores de sangre, saliva y orina, así como para el desarrollo de otros mecanismos de seguimiento y formación de hábitos como pulseras inteligentes, relojes o parches portátiles. El proyecto parte de la gran carencia que existe en la actualidad sobre datos y el conocimiento que permitan vincular las características de los alimentos a las necesidades particulares de los consumidores, lo que supone igualmente un apoyo para quienes sufran problemas de alergias, intolerancias o enfermedades del metabolismo.