Marruecos multiplicó por cuatro sus exportaciones de frutas y hortalizas

Sus mayores ventas también en toda la UE bajan los precios y restan mercados a las exportaciones españolas

Las importaciones de frutas y hortalizas en España procedentes de Marruecos tras el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y ese país en 2012, se han multiplicado por cuatro según los datos manejados por la patronal del sector, FEPEX, en base a las cifras oficiales. Para el conjunto de la UE a 27, en el mismo periodo las mismas se han duplicado. Este incremento de las ventas de Marruecos tanto en España como en el conjunto de la UE a 27, como en Reino Unido, a efectos del sector español han supuesto un recorte de los precios en los mercados exteriores, así con en un ajuste en el volumen de las ventas. Esta situación se refleja, sobre todo, en algunos de los productos más importantes como pimiento o el tomate donde se ha pasado de más de 900.00 a menos de 700.000 toneladas ,con casi la pérdida de algunos mercados como el francés.

Frente al escenario anterior, el Acuerdo de Asociación de 2012 supuso un paso muy importante en materia de liberalización de los mercados con nuevas medidas especialmente sobre reducción o eliminación de aranceles, cupos y precios de entrada.

Para España las nuevas condiciones supusieron pasar de importar 130.700 a 496.000 toneladas en total. En hortalizas se pasó de 113.000 a 257.00 toneladas y de 17.400 a 238.000 en frutas. Del conjunto de las producciones de hortalizas destaca el tomate que pasó de 19.000 a una media de 80.000 toneladas, las judías verdes que se dispararon a más de 80.000 toneladas, para estabilizarse en unas 70.000 y poner prácticamente contra las cuerdas y bajo mínimos a la producción nacional y el pimiento de 21.00 a 74.000 toneladas. En frutas se pasó de 17.400 a 238.000 toneladas. Entre las producciones con un mayor crecimiento en las importaciones de frutas destacan los aguacates que pasaron de 650 a 18.000 toneladas, las naranjas de 2.000 a 10.500 toneladas, la sandía con un crecimiento espectacular desde 435 a 122.000 toneladas, los melones de 6.500 a una media de 9.000 toneladas, las fresas de poco más de 3.000 a 8.000 toneladas, las frambuesas de 300 a 32.000 toneladas y los arándanos de 1.000a 33.000 toneladas.

En el conjunto de la UE las importaciones de Marruecos pasaron en conjunto de 750.000 a 1,25 millones de toneladas. De ese volumen, las hortalizas aumentaron de 550.000 a casi 700.000 toneladas, destacando los tomates que pasaron de 317.00 a más de 400.000 toneladas, los pimientos de 62.000 a 114.000 toneladas, con años de hasta 140.000 o los pepinos de 2.000 a 7.000 toneladas. En frutas, las importaciones pasaron de 200.00a 560.000 toneladas donde los crecimientos más importantes se concretaron, como en España, en sandías, aguacates frambuesas y arándanos.

La patronal FEPEX, en relación con el Acuerdo de Asociación considera que no se ha aplicado cuando señala textualmente que las concesiones arancelarias y del régimen de los precios de entrada tendrían como objeto el mantener el nivel de las exportaciones marroquíes tradicionales en la UE y evitar perturbaciones en los mercados comunitarios. Entiende que tampoco se han aplicado las medidas de salvaguardia en el caso de que las concesiones otorgadas llegaran a una cantidad que produjera graves perturbaciones en los mercados. En esos casos, Bruselas podría adoptar las medidas necesarias, cosa que no ha hecho, inacción que incluso lo justificaba la Comisión señalando en 2021 que no había ningún daño consecuencia de las importaciones de Marruecos. Igualmente denuncia que la reducción de aranceles y de otras medidas se apliquen en las producciones procedentes del Sahara y que no se hayan adaptado los contingentes por la salida de Reino Unido

Para los intereses de los exportadores españoles, también ha tenido un efecto negativo la evolución de las ventas de Marruecos en Reino Unido en el mismo periodo donde pasó de comercializar 70.000 a 240.000 toneladas de las cuales 144.000 correspondieron a hortalizas y 95.000 a frutas.

Desde el sector se entiende que las autoridades comunitarias no llevan cabo los controles necesarios en frontera para el cumplimiento de las condiciones del Acuerdo en materias como precios de entrada e inspecciones de calidad. En la misma línea, denuncia que no se apliquen las mismas exigencias en las políticas de producción para los agricultores comunitarios y los marroquíes en las prácticas de laboreo, especialmente en tratamientos. En materia laboral entiende que el sector se halla en una posición de inferioridad con una diferencia de costes de uno a cinco si se tiene en cuenta que los costes de mano de obra suponen aproximadamente el 50% del coste total y que una hora de trabajo en España supone unos nueve euros entre salarios y costes sociales, mientras en Marruecos son el pago de una jornada de nueve horas.