Tras un año marcado en el primer semestre por el fin de la pandemia y una recuperación del consumo y una segunda parte por la inflación, a efectos del gran consumo, el nuevo año se presenta, según los análisis de la consultora Kantar con un crecimiento de la ventas en valor y en volumen, aunque se estima habrá una cierta ralentización, no recesión, de la economía. No obstante se mantienen las grandes batallas que ha tenido en el último ejercicio el gran consumo como la búsqueda por parte de los consumidores de las alternativas de productos más baratos en la cesta de la compra para rebajar su importe, la menor demanda de productos frescos y con un incremento en las ventas de la marca de la distribución que se habían estabilizado en una cuota del 42%. La elevada inflación ha supuestos incrementar la factura del gran consumo en más de 4,5%.