La producción española de forrajes deshidratados se situó en 1,45 millones de toneladas en la campaña 2021/2022, que finalizó el 31 de marzo. Esa cifra supone una caída del 1% respecto a la campaña anterior, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada.

La evolución no fue la misma en todas las zonas productoras. La producción aumentó en Extremadura y Castilla y León, se mantuvo estable en Aragón y Castilla-La Mancha y bajó en Andalucía, Cataluña y Navarra.

La asociación ha hecho un balance positivo de la campaña, tanto en cantidad como en calidad. Ha señalado que las condiciones climatológicas han acompañado y se ha podido trabajar con comodidad en el campo, con lo que se ha obtenido un buen tonelaje de las calidades más altas. En cuanto a las ventas, la campaña comenzó lenta pero con el paso de los meses mejoró la demanda, sobre todo de los mercados exteriores.

De cara a la nueva campaña hay mucha incertidumbre por los elevados costes de transformación, aunque los fabricantes confían en que se mantenga la demanda.