La fuerte subida de los precios del aceite de oliva en la última campaña consecuencia fundamentalmente de las previsiones de una cosecha bajo mínimos por debajo de las 800.000 toneladas, se ha traducido ya en un fuerte ajuste de la ventas totales que en diciembre solo se elevaron a unas 85.000 toneladas frente a salidas medias en circunstancias normales de 130.000 toneladas. Esta situación afecta tanto al mercado interior como a la exportación donde la competencia es fuerte con las producciones más elevadas en los países del norte del Mediterráneo junto a Grecia o Turquía, mientras en Italia o Portugal la situación es similar con bajada de cosechas

España partía con unas existencias importantes de unas 450.000 toneladas a las que se suma una producción de por debajo de las 800.000 toneladas y unas importaciones estimadas inicialmente para esta campaña en otras 225.000 toneladas lo que un total de 1,45 millones de toneladas para una demanda muy superior en condiciones normales de precios que en la actualidad se sitúan en origen en una media de 5,4 euros para un kilo de aceite virgen extra, de 4 ,8 para un virgen y de 4,7 para un lampante o el de menor calidad que debe refinarse para su con sumo.