El conjunto de la industria alimentaria ,una facturación de unos 130.000 millones de euros en más de 30.000 empresas, se enfrenta cada día con más fuerza a los cambios en la demanda de los consumidores, cada vez también más marcada por la sostenibilidad de las producciones en origen y por las exigencias de una alimentación más saludable.

En esta dirección y de una forma muy resumida, los consumidores reclaman cava vez más una alimentación donde haya más proteína alternativa no procedente de los animales, de acuerdo con el auge de los consumidores veganos o flexitarianos. Hay una mayor demanda de productos vegetales y mayores exigencias para que los productos hayan cumplido en origen y en su transformación las normas sobre bienestar animal y las prácticas medioambientales

Desde la demanda se reclama el cumplimiento de las medidas en materias de desperdicio y sostenibilidad, en la oferta de productos alternativos más baratos, sobre todo ante el avance de la inflación y la crisis de recursos en muchos hogares. En esa dirección aumenta la oferta de productos mixtos en base a materias primas de origen animal y vegetal, una mayor información en el etiquetado de cada producto sobre su origen y el proceso de elaboración, una total trazabilidad y el aumento de la demanda de los productos de proximidad.