Las compras de aceite en otros países comunitarios como Portugal o Grecia y en terceros países como Túnez para atender las necesidades de la demanda en el mercado interior y para la exportación de más de 1,6 millones de toneladas marcarán el desarrollo de una campaña con una de cosecha bajo mínimos de estimada en menos de 800.000 toneladas. En la última campaña, con una cosecha de 1,5 millones de toneladas las compras en el exterior ascendieron a 210.000 toneladas. Hoy, las necesidades son unas 800.000 toneladas si se tiene en cuenta la gran estabilidad de la demanda a pesar de los precios. Las importaciones ya en este mes de octubre, el primer mes de campaña, han pasado de 12.300 a 17.000, lo que supone un incremento del 40%.

Con una cosecha media baja la campaña anterior de 1,5 millones de toneladas, los precios del aceite de oliva registraron una fuerte subida en origen de casi un 40% hasta cifras medias de 5,5 euros para un virgen extra, ligeramente inferior para el aceite virgen y, por primera vez, de cinco euros kilo para el aceite lampante o el de peor calidad que se debe refinar para su consumo. Sin embargo, a pesar de esos precios, los datos de la patronal de las industrias envasadoras al pasado mes de octubre, cuyos asociados aglutinan a casi el 70% de este tipo de ventas, no apuntaban una caída y señalaban un incremento de ventas mínimo interanual de un 0,47% hasta 313.817, mientras en el acumulado del año lo cifraban en 261.000 toneladas con un crecimiento del 1,74%.

 Por su parte, las cifras manejadas por la Administración para todas las ventas apuntaban para la campaña 2021/22 un consumo al alza hasta las 600.000 toneladas con un incremento del 10% sobre el ejercicio anterior, lo que pondría de manifiesto la fidelidad una parte muy importante de los consumidores de aceite de oliva a pesar de los precios. A pesar igualmente de la subida de los precios, la exportación se mantiene ligeramente por encima del millón de toneladas.

En la campaña actual iniciada el mes de octubre, en el mercado interior en el primer mes, según los datos de los envasadores, las ventas ascendieron a 29.547 toneladas que suponen algo más del 21% sobre el mismo mes en la campaña anterior y un 17,5% sobre la ventas del mes de septiembre de este año. Por su parte, para la Administración, computando todas las operaciones del sector, las ventas aparentes en el mes de octubre se situarían en 52.000 toneladas, con un incremento del 19% sobre el mismo mes de la campaña pasada.

El fuerte incremento de ventas en este mes, en algunos medios del sector se valora como una política de acaparamiento, bien desde la distribución o por parte del consumidor en previsión de nuevas subidas. Esta interpretación no se comparte en otros medios donde se estima que nuevas subidas acabarían por frenar la demanda y con ello dar una mayor estabilidad a los precios.

Las actuales lluvias están dificultando la recolección de una cosecha olivarera corta, pero ya son positivas de cara a la próxima campaña. Sin embargo, para poner las bases de una buena próxima cosecha frente a la sequía de este año, son indispensables lluvias más abundantes para la disponibilidad de agua para riegos futuros y, sobre todo, que las aguas fuertes lleguen en los primeros meses del año para que las plantas dispongan de reservas de cara a una buena floración.