La industria alimentaria española, más de 30.000 empresas, una facturación de 130.000 millones de euros, empleo directo de más de 500.000 personas e indirecto a 2,5 millones, con una fuerte implantación en el territorio rural, ha reivindicado su papel clave en materia de desarrollo sostenible,  según los datos contenidos en un informe sobre este aspecto de su actividad. Entre otras cifras destaca una reducción en emisiones  del 8,2%, una mejorar en la eficiencia energética del 13,4%, una reducción del consumo de agua del 20%, equivalente a 14 millones de metros cúbicos y el hecho de que en 2019 ya el 9,2% de su consumo de energía procedía de fuentes renovables. La industria destaca además su papel en la reducción de los residuos en un 10,3%, equivalente a 721.000 toneladas.

Frente a este peso socioeconómico, el sector insiste en su denuncia contra la nueva disposición prevista sobre envases que supondría a las empresas inversiones de 6.270 millones de euros para adaptarse a los nuevos objetivos como hacer frente a una reducción del 50% de las botellas de plástico de un solo uso para 2030.El sector estima que esas nuevas exigencias podrían suponer el cierre de 2.400 empresas.