En su informe de este mes de noviembre, el Consejo Internacional de Cereales (CIC) ha revisado a la baja en un millón de toneladas su previsión de producción mundial de grano (sin el arroz) de la presente campaña 2022/23, que sitúa ahora en 2.255 millones de toneladas, debido al recorte en la producción de trigo (791 millones de toneladas) ya que la de maíz (1.166 millones) se mantiene sin cambios. Ese recorte en el trigo se debe a la preocupación por los cultivos de invierno en Argentina y a que cabe esperar cierta merma en Australia como consecuencia de fuertes lluvias en el país. Por el contrario, el organismo ha elevado en un millón de toneladas la previsión de consumo de grano (hasta 2.272 millones de toneladas) por el incremento previsto en el caso del maíz (1.190 millones).

Si se compara con la campaña anterior, la producción de cereales de 2022/23 caerá 33 millones de toneladas (-1%). El CIC explica que la reducción de las cosechas tanto de maíz (-53 millones) como de sorgo (-1 millón) anulará con creces el incremento que se espera en la de trigo (+10 millones de toneladas), cebada (+6 millones), avena (+2 millones) y otros cereales secundarios (+3 millones).

El consumo mundial caerá en 23 millones de toneladas; será el primer descenso en la demanda desde 2015/16 y se atribuye en gran medida a la disminución del consumo para piensos y usos industriales. Las existencias mundiales descenderán por sexto año consecutivo para situarse en 580 millones de toneladas, el nivel más bajo en ocho años, por la disminución de las reservas de maíz a mínimos de una década. Por último, es previsible que el comercio mundial disminuya en un 4% respecto a 2021/22 por el descenso de las importaciones por parte de China, Canadá, Turquía y Brasil.