Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo de la UE han llegado a un acuerdo sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de los sectores llamados “difusos” que tendrá que hacer cada Estado miembro. Entre esos sectores se encuentra la agricultura, junto con el transporte por carretera, la calefacción de los edificios, las pequeñas instalaciones industriales y la gestión de los residuos. En conjunto suman el 60% de las emisiones de la UE.

El texto sobre el que se ha alcanzado el acuerdo es el llamado de "reparto del esfuerzo". A nivel comunitario, esa reducción deberá ser del 40% de aquí al año 2030 y cada Estado miembro deberá hacer su aportación, que no es la misma para todos, ya que depende de una serie de criterios. En el caso de España el recorte deberá ser del 37,7%.

No obstante, se contemplan medidas de flexibilidad que permiten ajustar la trayectoria de reducción de un año para otro. Si las emisiones de un país dado fueron en 2021 inferiores al objetivo fijado para ese Estado miembro, podrá dejar en reserva hasta un 75% de su cuota de ese año y reportarla a los años siguientes, hasta 2030. En lo que respecta a los años 2022 a 2029, los Estados miembros podrán dejar en reserva hasta el 25% de sus asignaciones anuales y utilizarlas en años posteriores. Paralelamente, los años en los que las emisiones sean superiores al límite anual, los Estados miembros podrán tomar prestadas asignaciones del año siguiente. El acuerdo también permite comprar y vender cuotas de emisiones entre los Estados miembros, dentro de ciertos límites.

Los Estados miembros podrán utilizar asimismo una cantidad limitada de créditos generados por la eliminación de los gases de efecto invernadero por el sector del uso de las tierras, cambio de uso de las tierras y silvicultura (LULUCF) para cumplir con sus objetivos.