Los elevados precios de los piensos, junto a las cotizaciones por debajo de los costes de producción de la leche, han acelerado en el último año la reducción del censo de vacas para la producción de leche, recortes que sin embargo se mantienen en las últimas décadas, aunque la producción ha pasado de medias de 6,5 millones de toneladas a las actuales 7,5 millones. Al mes de abril, el censo de vacuno de leche se situaba en solo 802.000 cabezas con un descenso del 3,1% sobre el mismo periodo del año anterior y se estima que en este momento ya no llega a las 800.000 cabezas ante el destino de muchos animales al matadero cuando su producción no supera los 25 litros diarios, volumen que no compensa a los ganados a la vista de los costes. Su retención en granja hasta la fecha respondería solamente a la obligación de mantener los animales los cuatro primeros meses del año para cobrar la ayuda comunitaria.

El censo de vacuno de leche se situaba a finales de los años noventa en casi un millón de cabezas. El sector, junto a una reducción de censo, ha hecho sin embargo un importante mejora en genética para lograr unas producciones medias de casi 10.000 litros año por animal lo que sitúa a España entre los principales países comunitarios con los mayores rendimientos.