La producción interna de porcino disminuirá ligeramente este año y de forma algo más acusada en 2023 debido a la situación de incertidumbre que vive el sector.

Según responsables de ANPROGAPOR (Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino), aunque es muy difícil hacer previsiones en la coyuntura actual, este año la producción nacional podría caer en un 1,5% y el que viene en un porcentaje algo más alto. Sin embargo, la industria compensará ese recorte con importaciones de animales para sacrificio. En 2023 cabría esperar unas compras de 3 a 4 millones de animales en el exterior.

Como el resto de sectores agrarios, el del porcino sufre la incertidumbre generada principalmente por la guerra en Ucrania, con subida de los precios de la energía, altibajos en las cotizaciones de las materias primas y una inflación que terminará pasando factura en forma de disminución del consumo interno. A todo ello hay que sumar también las dudas sobre las importaciones por parte de China, que este año ya han disminuido de forma acusada, y la preocupación por la peste porcina africana, presente en varios países europeos.

En cuanto a la situación de los ganaderos, actualmente perciben precios elevados que cubren los costes de producción, pero aún no se sabe cómo cerrarán el año, ya que en los primeros meses se acumularon pérdidas importantes que aún no se han cubierto.