El sistema de Nutriscore para informar a los consumidores sobre la calidad y sus cualidades para la salud de los productos agroalimentarios, mantiene una división entre los países miembros, desde quienes lo apoyan sin fisuras como Francia, a otras como España que lo defiende básicamente desde Consumo y no desde Agricultura que tiene sus reservas o de Italia que lo rechaza por considerar que no ofrece una información veraz e incluso engañosa sobre las cualidades de los productos.

El sistema Nutriscore se conoce como el de los semáforos donde las cualidades de un producto se informan en base colores de la etiqueta del mismo, verde intenso con la A si es muy positivo, verde suave con la B si es menos positivo para la salud, amarillo con la C, marrón con la D y rojo, lo más negativo, con la E. En el caso de España, un producto como el aceite de oliva no lo situaba con la letra A, lo que levantó las críticas de sector y de Agricultura

España se halla en el grupo de países junto con Alemania, Francia, Bélgica o Luxemburgo que plantean una aplicación acordada. Italia se ha manifestado radicalmente en contra por  entender no responde a la calidad de los productos mediterráneos por ir contra los intereses del campo y de la industria alimentaria al ofrecer una información engañosa y errónea a los consumidores. Por todo ello se estima es preciso clarificar su contenido.