El sector del pollo reclaman en Atocha el cumplimiento de la Ley de la Cadena

Los granjeros piden que la patronal pague los costes y las integradoras demandan lo mismo a la distribución


Granjeros productores de pollos integrados con empresas de la patronal Avianza negociarán esta semana con el Ministerio de Agricultura una salida la crisis que soportan por el incremento de los costes de producción no compensados por las integradoras. En la misma línea se reclama una inspección de oficio para determinar si se están cumpliendo las exigencias de la Ley de la Cadena en cada una de las operaciones de compra venta en todo el sector; en el campo por parte de la patronal y a la patronal de los integradores por parte de la distribución. Para los granjeros, la patronal no cumple con lo exigid en la ley y para la patronal, la ley tampoco se cumple por parte de la distribución a la que reclaman un compromiso.

 Desde los propietarios de las granjas se destaca la obligación de los grandes grupos productores de cumplir lo dispuesto en la actual Ley de Cadena, donde ya se incluye, apunta UPA, el sistema de producción integrado por el que un granjero recibe pollos, piensos y tratamientos veterinarios de la empresa para la crianza de los animales, mientras él pone, además de su trabajo, sus instalaciones, donde destacan los costes de energía y gasóleo.

En el sector del pollo la integración es el sistema dominante con más de 5.000 granjas y una producción que supone más del 80% de una oferta de 1,7 millones de toneladas. A pesar de este número de granjas, la realidad es que existe un elevado nivel de concentración donde destaca con casi el 30% del mercado el grupo Vall Company tras la integración del grupo Sada, Uvesa con un 13%, Avinatur con el 10%. Junto a estos grupos se halla también la presencia de importantes grupos cooperativos como Coren con una cuota del 8%, Grupo navarro AN con un 6% o Guissona con una cifra similar. Unos y otros deben enfrentarse igualmente a las estrategias de venta de la gran distribución en sus guerras por la cuota de mercado.

Según los datos manejados por los granjeros, en la actualidad perciben una compensación de costes por el empleo de sus medios de producción y su trabajo de entre de 0,15 y 0,16 euros por kilo de carne producido, lo que equivale a unos 0,40 euros por un pollo de un peso medio de 2,7 kilos. Con la crisis, además de en los piensos que aportan los grupos integradores, se han disparado también los costes de los medios de producción aportados por los granjeros, especialmente luz y energía hasta suponer una cifra de entre 0,20 y 024 euros kilo de carne y hasta los 0,55 y 0,60 euros por pollo producido. Por ello, reclaman que se cumpla la Ley de la Cadena para no seguir produciendo a pérdidas. Los ganaderos denuncian el incremento de los precios registrado en los últimos meses del pollo con salida de matadero a una media de 2,50 euros kilo para llegar a los lineales de la distribución a más de 3,3 euros kilo sin que nada de esos beneficios hayan ido a parar a manos de los ganaderos integrados.

 Frente a este escenario de dificultades denunciado por los ganaderos, la patronal Avianza, señaló en una comunicación que la crisis no solo afecta a los granjeros, sino a todo el sector avícola que está sufriendo una situación crítica por lo que se necesita una respuesta global que implique a todos los agentes incluida la distribución y se reclama a las Administraciones un compromiso con el sector. La patronal entiende la posición de dificultad de los granjeros, pero recalca que los productores miembros de la patronal también están asumiendo pérdidas ingentes que ponen en peligro la viabilidad del sistema en su conjunto. Ante esta coyuntura, piden ayudas directas y medidas fiscales extraordinarias, así como también el cumplimiento de la Ley de la Cadena que se ha convertido en la demanda general en sector del pollo.

 Ante esta situación, en medios de la patronal se lanzó al aire la posibilidad de llevar a cabo protestas de los granjeros ante los establecimientos de la distribución como principal responsable de la crisis del sector y como ya sucediera en el pasado. Pero, los granjeros entienden que en este momento, lo primero es que la patronal pague los costes de producción en el campo para que las explotaciones sigan abiertas para mantener la oferta, no solamente a cuenta de las pérdidas de los ganaderos y sin una remuneración por su trabajo. Miles de ganaderos de mediana edad no pueden cerrar a pesar de sufrir esta situación, a pesar de no tener una remuneración por su trabajo, ante la necesidad de seguir percibiendo unos ingresos para hacer frente a sus compromisos financieros para la puesta en marcha de sus granjas.