Ante la reducción de la producción europea de abonos nitrogenados derivada de la escalada de los precios del gas en el contexto de la guerra en Ucrania, “la UE quiere acelerar, a medio y largo plazo, la transición hacia prácticas de fertilización más sostenibles”. Así se pronunció el  comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, en la última reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.

Con ese fin, añadió, “queremos dar prioridad, en el marco de los planes estratégicos nacionales de la PAC, a la agricultura de precisión (para optimizar la eficacia de la utilización de abonos), a la siembra de plantas fijadoras de nitrógeno, a la mejora de la reutilización de los nutrientes procedentes de los residuos y de los subproductos y a la reducción de la pérdida de nutrientes”. El comisario precisó que, “en el ámbito de la energía y de la industria, tenemos que intensificar nuestros planes para el desarrollo del amoníaco verde, producido con hidrógeno y energías renovables”.

Mientras tanto, la UE ha empezado a diversificar sus fuentes de suministro incrementando sus importaciones de urea. La Comisión Europea propuso el pasado 19 de julio suspender hasta finales de 2024 los derechos de aduana aplicados a las importaciones de amoníaco y de urea utilizados para la producción de abonos nitrogenados en la UE (que van del 5,5% al 6,5%). Wojciechowski hizo un llamamiento a los ministros para que aprueben cuanto antes esta medida.

Además, la Comisión Europea estudia lanzar una estrategia comunitaria de apoyo a los fabricantes de fertilizantes de la UE. Estos han reducido su producción, incluso la han suspendido del todo en algunas de sus plantas, debido al elevado precio del gas.