La oferta de aceite de oliva para esta campaña se hallará muy ayustada a la oferta consecuencia de una cosecha a la baja y el buen funcionamiento de las exportaciones. Las previsiones de existencias al uno de octubre al inicio de campaña se podría situar solamente en poco más 400.000 toneladas, a las que se sumaría un millón de toneladas de la cosecha frente a unas ventas en el exterior estimadas en casi un millón de toneladas y la demanda interior estabilizada en otras 500.000 toneladas. Con estas cifras, los precios en origen se mantienen en niveles elevados con el virgen extra por encima de los cuatro euros y contando con unas importaciones estimadas en 160.000 toneladas.