La producción comunitaria de cereales de la presente campaña 2022/23 podría situarse en 269 millones de toneladas, lo que supondría una caída del 6,8% respecto a la campaña anterior, según las últimas estimaciones del COPA-COGECA (organizaciones profesionales y cooperativas agrarias de la UE).

Los profesionales europeos han revisado a la baja la previsión que lanzaron a principios de julio, cuando apuntaban a un volumen de 277 millones de toneladas, debido a la sequía estival, que ha reducido los rendimientos, ya que la superficie sembrada se ha mantenido estable.

La sequía ha sido “devastadora” en el caso del maíz, cuya producción estiman en 55 millones de toneladas, un 20,8% menos que en la campaña anterior. El impacto ha sido también significativo en el caso del trigo duro (7,4 millones de toneladas; un 7,4% menos que en 2021/22) y más moderado en el del trigo blando (125,6 millones de toneladas; -2,5%). En cuanto a la cebada, la producción se habría mantenido estable en 51 millones de toneladas. Globalmente, la cosecha de cereales comunitaria estaría por debajo de la media de las cinco últimas campañas.

Los representantes de los productores europeos han presentado estas cifras en un “contexto mundial más incierto que nunca”. “La volatilidad de los precios ligada a los acontecimientos a nivel internacional, la inflación, la paridad euro-dólar, además del aumento del coste de los principales insumos, generan una situación especialmente complicada para los agricultores”. El COPA-COGECA subraya que “la nueva subida del precio de los fertilizantes, así como los problemas de suministro en determinados países, tendrán consecuencias en la producción de 2023, tanto en rendimiento y en calidad como en el tipo de cultivos que se plantarán”. Pide a la Comisión Europea que siga tomando medidas para aportar más transparencia al mercado de los fertilizantes, contener la subida de precios y garantizar un suministro seguro para la próxima campaña.