Las oleaginosas -girasol, colza y soja- se quedarán sin el pago acoplado que reciben en la actualidad y que España había incluido en su Plan Estratégico para la aplicación de la nueva PAC. El motivo es que la Comisión Europea considera que no pueden acogerse a la ayuda acoplada prevista para los cultivos proteicos.

Ante la decisión de Bruselas, la alternativa que ha planteado el Ministerio de Agricultura es destinar los 45 millones de euros previstos para estos cultivos a incrementar la ayuda básica a la renta de las regiones donde se producen (en concreto en las regiones de secano 1, 2, 3 y 4).

Responsables de la Junta de Castilla y León han subrayado que los productores de oleaginosas pierden prácticamente la ayuda. Si hasta ahora los 45 millones de euros que percibían las oleaginosas en forma de pago acoplado se repartían entre unas 650.000 hectáreas a nivel nacional (aunque en 2022 ha aumentado la superficie), a partir de 2023 se distribuirán entre toda la superficie de secano, que ronda los 5 millones de hectáreas. En consecuencia, quedará muy diluida e irá a parar a productores de oleaginosas y a otros que no lo son. También las organizaciones agrarias de la región han rechazado este cambio.