Las exportaciones de aceite de oliva han registrado una caída media superior al 14% pasando de 667.000 a 573.000 toneladas en lo que va de campaña al mes de mayo consecuencia fundamentalmente del incremento de los precios en una media del 40% tras una cosecha que no llegó a los 1,4 millones de toneladas. Los ajustes se han producido en todos los mercados desde un 2% en Italia donde se colocan más de 300.000 toneladas básicamente de graneles, al 32% en Japón, el 4% en Estados Unidos, 15% en Francia, del 20% en Reino Unido, 24% en Canadá o el 17% en Rusia.

En el caso de los mercados exteriores, la principal novedad en el último año ha sido la supresión de los aranceles en Estados Unidos desde junio del pasado año, lo que ha supuesto la posibilidad de seguir manteniendo e incluso aumentando la presencia en ese mercado, pero con aceite de origen español y no de otros países aunque la exportación se hiciera desde España.

Cabe recodar que los aranceles norteamericanos se impusieron solamente al aceite de origen español, en 2019 lo que obligó a las industrias españolas a comprar aceite en otros países para exportar y no perder sus cuotas mercado