Bruselas presenta su propuesta para reducir el uso de fitosanitarios

Habrá objetivos obligatorios por Estados miembros

Después de algunos retrasos, la Comisión Europea ha presentado finalmente esta semana su propuesta de revisión de la normativa sobre uso sostenible de fitosanitarios. Se trata de una de las medidas estrella de la estrategia “de la granja a la mesa”, ya que es la disposición que debería conducir al objetivo de reducir en un 50% el uso y el riesgo de los pesticidas químicos y el uso de las sustancias más peligrosas de aquí al año 2030.

Como había anunciado, la disposición será un reglamento en lugar de una directiva, lo que quiere decir que será directamente aplicable una vez publicado y obligará a todos los Estados miembros.

El texto contempla objetivos de reducción del uso de fitosanitarios químicos para cada Estado miembro. Cada país fijará en qué porcentaje reduce el consumo de estos productos teniendo en cuenta unos criterios establecidos a nivel comunitario: nivel de uso actual de fitosanitarios de cada país; esfuerzos realizados para reducirlo en los últimos años y peligrosidad de las sustancias. En consecuencia, no todos los Estados miembros tendrán que hacer el mismo esfuerzo pero el resultado final tiene que ser una reducción del 50% a nivel comunitario en 2030 con respecto a la media del período 2015-2017.

Por otro lado, se dará prioridad a los métodos de lucha integrada contra las plagas y el uso de sustancias químicas será el último recurso. Y, por último, se prohíbe el uso de todo tipo de pesticidas en las áreas consideradas sensibles, en particular en los espacios protegidos de la red Natura 2000.

La Comisión ha reconocido que estas disposiciones pueden dar lugar a un incremento de los costes de producción de los agricultores y a una caída de los rendimientos de los cultivos. Para paliar ese impacto, se permitirá a los Estados miembros, durante un período de cinco años, conceder ayudas a la implantación de métodos de lucha integrada contra plagas en la futura PAC, dentro de los ecoesquemas o de las medidas agroambientales. Bruselas también cuenta con el desarrollo de soluciones técnicas, como la agricultura de precisión o las nuevas técnicas de selección vegetal y tratará de acelerar la salida al mercado de alternativas ecológicas y de bajo riesgo.