Un estudio de la interprofesional del vacuno, Provacuno, ha puesto de manifiesto el importante peso de la actividad de la ganadería de carne en el sostenimiento del territorio y del mundo rural desmontando las informaciones por las que el vacuno se halla en manos de los grandes cebaderos industriales.

De acuerdo con esos datos, el 98,9% de las granjas productoras de vacuno son de tamaño pequeño o mediano, con menos de 400 vacas y de 667 terneros con predominio de granjas entre los 20 y los 50 animales. En un 86% son propiedad de personas físicas y más de un 13% restante de sociedades limitadas cooperativas o sociedades agrarias de transformación y solo el 1% de sociedades anónimas.

En esta misma línea, se apunta que el 87% se hallan en municipios rurales y de las mismas, el 29% en zonas con grave riesgo de despoblación con municipios con menos de 5.000 habitantes y menos de ocho habitantes por metro cuadrado con dominio del pastoreo. El 91% de los ganaderos viven en la zona donde se ubica la explotación y en un 77% hacen sus compras a los productores de la zona.