Cooperativas Agro-alimentarias estima que la cosecha de cereales de otoño-invierno podría situarse en 14,034 millones de toneladas, lo que supondría una caída de casi el 30% respecto a la obtenida el año pasado.

En Castilla y León y Cataluña la disminución será superior al 40%, en Aragón se estima un descenso del 27% y en Castilla-La Mancha del 22%. Por el contrario, en Extremadura las cooperativas prevén un aumento del 7%.

Esta fuerte bajada es consecuencia principalmente de una importante disminución de los rendimientos (por la falta de lluvia y el calor de mayo y junio), aunque, según las cooperativas, también ha caído la superficie sembrada de la mayoría de los cereales.

Por tipos de grano, la cosecha de trigo blando rondará los 5 millones de toneladas, la de cebada no llegará a 7 millones y la de trigo duro rondará las 675.000 toneladas.

Las cooperativas han presentado también su previsión de cosecha de maíz, que sitúan en 3,57 millones de toneladas, un 16% menos que en 2021. En este caso la caída se debería a la disminución de la superficie dedicada a este cultivo, ya que apuntan a una mejora de los rendimientos.

Sumándolo todo, la cosecha de cereales de este año no llegará a los 18 millones de toneladas.